La mayoría de los tests realizados para evaluar la fertilidad femenina están orientados a confirmar si y cuando ocurre la ovulación. El resto van orientados a detectar alguna anormalidad estructural del tracto reproductivo femenino.
- Test serológicos/Hormonales
: Una parte específica de la analítica general que se realiza a toda mujer dentro de su estudio básico de esterilidad es la que denominamos serología. En ella indagamos sobre una batería de enfermedades infecciosas que pueden estar relacionadas con su esterilidad o tener trascendencia en caso de embarazo.
Los niveles de hormona folículo estimulante (FSH) y estradiol en la fase folicular inicial (entre el tercer y quinto día de ciclo) informan sobre es estado de la reserva funcional del ovario, es decir, del número y la calidad de los folículos que el ovario aún conserva. Los niveles de hormona luteínizante (LH) se alteran con frecuencia en los estados de anovulación más comunes. - Ecografía: Es una técnica que utiliza el sonido emitido por las ondas para producir imágenes de las estructuras internas. Con ella confirmaremos el desarrollo de los folículos en los ovarios, del útero y del endometrio.
- Histerosalpingografía (HSG): Justo después de la menstruación, una pequeña cantidad de líquido es depositada en el interior del útero por medio de un fino tubo que se introduce a través del cérvix. Posteriormente gracias a una radiografía de la zona genital, se evalúa sí el líquido a penetrado hacia el útero y las trompas. Se utiliza así para confirmar la permeabilidad de las trompas.
- Histeroscopia: Esta técnica consiste en la introducción de un instrumento similar a un telescopio, bajo anestesia local o general, a través del cuello uterino que nos permite visualizar el contenido de la cavidad uterina. Durante el procedimiento diagnóstico, también se pueden corregir pequeñas anomalías, tomar una biopsia endometrial, o evaluar si es necesario otro tipo de intervención.
- Laparoscopia: Gracias a un instrumento similar a un telescopio (laparoscopio) insertado a través de una pequeña incisura a nivel del ombligo, podemos evaluar si existe enfermedad pélvica, como la endometriosis.
También podemos evaluar si las trompas están permeables, inyectando un líquido en el interior del útero. Se realiza bajo anestesia general y no requiere hospitalización.